Por: pascal galvani

“El mundo es intenso antes de ser complejo” (Gaston BACHELARD, El derecho a soñar 1970)

TRANSDISCIPLINARIEDAD Y EDUCACIÓN


Primero que nada, deseo disculparme por no poder hablar suficiente español para dar la conferencia. Empecé a aprender español desde la última vez que vine, pero aún no soy lo suficientemente fluido, así que daré la conferencia en inglés, y será traducida.
Bien. Tenemos este título de educación y transdisciplinariedad y me gustaría empezar con una pequeña reflexión sobre estas palabras.

REFLEXIONES SOBRE ESTOS TÉRMINOS.


1.1 EDUCACIÓN


La educación, como ustedes saben, es un concepto más global que la enseñanza y la instrucción, pues la educación tiene que ver más con la formación del hombre en tanto que ser humano, mientras que aquellas tienen como objetivo la transmisión de una disciplina particular o área del conocimiento.


Cuando se ve a la palabra disciplina desde su raíz etimológica, ella puede explicarse, como un arte de aprender: música, matemáticas, sociología o cualquier tipo de disciplina… Así, al hablar de disciplina, referimos que se trata tanto del estudio científico de parcelas específicas de la realidad, como de la organización de esa ciencia para ser enseñada.


Una disciplina se define por el objeto que estudia, y el nivel de realidad que lo resiste. El objeto sería un aspecto de la realidad que resiste a nuestras representaciones –por ejemplo, podemos decir que el objeto de estudio de la educación, lo que resiste a la ciencia de la educación, es el proceso de aprendizaje o el autoaprendizaje (Galvani, 2005). Como todo maestro sabe, uno puede quizá controlar los ‘inputs’ o entradas, lo que uno dice, pero nunca podemos controlar los ‘outputs’, las salidas; lo que la gente hace con eso, siempre hay una brecha, porque cada conciencia, mientras aprende, lo hace desde sus propias raíces. Entonces, una disciplina se define por su objeto y un cierto nivel de realidad. Cada disciplina tiene sus propias reglas y su lógica.

1.2 REALIDAD Y TRANSDISCIPLINARIEDAD


Ahora iremos trasladándonos, poco a poco, hacia una palabra un tanto extraña: la transdisciplinariedad.


Hemos dicho que la realidad es lo que resiste a nuestras representaciones. Y podemos decir que la realidad es transdisciplinaria porque ella comporta o posee una variedad de niveles de realidad. El prefijo trans significa entre, a través y más allá de las disciplinas. (Nicolescu, 1996) Y podemos aplicarlo a cualquier cosa. No sólo a las disciplinas. Por ejemplo, un árbol comporta varios niveles de realidad, que cada disciplina puede revelar o abordar desde distintas perspectivas. La reforestación, la carpintería, la laudería, la pintura, la poesía, la química, nos revelan parte de la realidad de ese árbol, pues las personas que realizan estos trabajos tienen una percepción y comprensión específica de lo que el árbol significa, dada por el marco de su formación, su cultura y por su propia relación con el objeto. No obstante, la realidad del árbol se sitúa entre, a través y más allá de todas esas disciplinas y enfoques. Es mucho más que la pura perspectiva del laudero, la descripción del químico o la percepción del poeta.


De este modo, lo que podemos llamar la realidad verdadera, es aquello que se sitúa, que encontramos, entre, a través y más allá de las disciplinas. Entonces, la realidad de las cosas no puede ser comprendida desde una sola disciplina, porque los aspectos que cada una de ellas revela de una realidad, son insuficientes para abarcarla y para comprenderla; necesitamos todas las perspectivas para tener una idea más completa de esa realidad. Así también, la vida, la conciencia, la humanidad o lo que significa ser humano, son realidades transdisciplinarias.

1.3 LA ACTITUD TRANSDISCIPLINARIA


Cuando empezamos a hablar acerca de la transdisciplinariedad, existen algunas ideas erróneas que debemos evitar: para empezar la transdisciplinariedad no es una super o supra disciplina, es más una actitud de rigor intelectual que de una manera especial, busca el conocimiento del conocimiento, es decir, el ser concientes de nuestros propios límites, de los límites de nuestra disciplina. Si, por ejemplo, mi disciplina es la educación, como cualquiera que se apasiona por su profesión, uno tiene la tendencia a ver todo a través de la educación –en este caso- y tenemos también la tendencia a olvidar otros aspectos de la realidad. De modo que, ser transdisciplinario significa estar conciente que de que no se puede explicar todo a través de la lente de nuestra profesión o área particular, sino que necesito también de otras profesiones, otros campos del conocimiento. Se trata pues de un rigor intelectual, pero la transdisciplinariedad requiere también una actitud de apertura hacia otras disciplinas, y cuando me refiero a las disciplinas, hablo de incluir el arte, la filosofía, la espiritualidad y las ciencias, pero, además, los saberes clásicos y los saberes populares y, como se dice desde la visión hermenéutica, de apertura a lo transcultural, a otras perspectivas culturales.



La tercera actitud en la transdisciplinariedad es la tolerancia; tolerancia hacia la incertidumbre y eso no es fácil, porque todos deseamos tener certeza… y, mantenernos en incertidumbre, frente a algo que es demasiado complejo, requiere de energía. Es mucho más fácil descansar o mantenerse en un espacio de ‘seguridad y certeza’. Así, la transdisciplinariedad podemos definirla como una postura o visión nueva ante el conocimiento. Y yo diría que es una postura que asume la complejidad de lo real y que toda realidad está en medio, a través y más allá de cada disciplina. La transdisciplinariedad asume, de igual forma, su propia incompletad, y es por eso que es abierta y tolerante. Se abre no sólo a otros saberes, sino que acepta que la disciplinariedad es necesaria. Esto es muy importante aclararlo. La transdisciplinariedad no elimina, ni busca suplir a la disciplinariedad, pues la transdisciplinariedad, la actitud transdisciplinaria es sólo posible si se parte de las disciplinas, si se ejerce desde una disciplina.


También se trata de una actitud que ubica que todo conocimiento tiene un contexto histórico y social al cual no podemos escapar. (Maturana y Varela, 1985). No existe, pues, un conocimiento completamente objetivo. Pero es necesario aclarar que no estamos hablando de un relativismo puro. No estamos diciendo que cualquier idea es igual. Existe un rigor de demostración, y en el campo de la ciencia, se sigue intentando probar y testar las propias proposiciones –es así como avanza la ciencia. Esta actitud la mantiene la transdisciplinariedad. Entonces, el reconocer que los conocimientos son socio-históricamente contextualizados no significa que se trata de una construcción puramente subjetiva, sino que hay una interacción entre el sujeto y la realidad, es decir, el objeto.


Por último, la transdisciplinariedad es una postura que demanda que el sujeto se implique, se involucre en su propia teoría. Es decir que el sujeto esté conciente de su propio punto de vista. Que tenga claro a través de qué lente esta leyendo la realidad.

2.1 EDUCACIÓN
TRANSDISCIPLINARIA


Con esta idea general sobre la transdisciplinariedad y lo que hemos dicho acerca de la educación, podemos profundizar un poco más en la relación transdisciplinariedad-educación.
Voy a iniciar con una propuesta, quizá paradójica, y esta es que la educación humanista siempre ha sido transdisciplinaria; tal vez no se haya conocido bajo este nombre, pero en esencia esta educación tiene el carácter transdisciplinario. Por ejemplo, tenemos personajes famosos como Montaigne quien dice que vale más una mente que construye bien, que una mente llena de conocimientos.


Ahora bien, toda vez que la educación humanista busca la formación global del ser humano, desde su visión, las disciplinas no son campos cerrados, sino que cada disciplina es una oportunidad de desarrollar ciertos aspectos particulares para la humanidad y para la persona –por ejemplo, el Derecho no es sólo una técnica, sino una actitud humana de equilibrio y de justicia. Pero tanto la humanidad, como la vida, son realidades transdisciplinarias, ellas son en sí mismas transdisciplinares.


Pero, no obstante que esta educación humanista ha establecido una relación entre la vida y el conocimiento y entre el conocimiento de cada época, esta relación se rompió con el desarrollo de la ciencia moderna por razones diversas que tienen que ver con su paradigma –determinista y de la simplicidad. (Morin, Ciurana, y Motta. 2002).Enumeraré algunas de sus características:


-La separación del sujeto y el objeto: El problema más grande es que la ciencia moderna inició la separación entre el sujeto que conoce y el objeto cognoscente.


-La fragmentación de los saberes en diferentes disciplinas: También es característico de este paradigma: tanto la fragmentación del conocimiento y las disciplinas como el progreso extraordinario de cada disciplina, que llevó a la especialización y que hizo imposible, para un solo hombre, aglutinar todo el conocimiento de su época, como si era posible en otros momentos de la historia.


-La simplicidad: Otro elemento distintivo del paradigma es la simplicidad, es decir, la parcelación de la realidad en elementos simples, inspirados en el uso de la metáfora mecánica de Descartes (industrialización) como un modelo de comprensión de cualquier realidad,


-La reducción de la realidad a sus aspectos: material y cuantitativo, dejando a un lado la cuestión cualitativa, pues ella implica la participación del sujeto, la subjetividad; y el paradigma de la ciencia moderna, busca la objetividad.


-La causalidad lineal: A toda causa corresponde un efecto.


Dije antes que la educación humanista siempre ha sido transdisciplinaria, pero es en la actualidad, que con el desarrollo de la ciencia y la epistemología, un nuevo humanismo es posible, en el cual podemos relacionar el nuevo paradigma de la ciencia con lo humano, con la experiencia de vida. Y esta nueva unidad compleja, nos permite escapar a la fragmentación para tener la posibilidad de re-ligar de nuevo el conocimiento y la experiencia humana.

Aclaramos que se trata de la posibilidad no de unir, sino de re-ligar, porque como dice Edgar Morin, el punto más importante cuando hablamos de religar es que se busca distinguir sin separar, entonces la palabra religar nos permite hacer ambas cosas: distinguir sin separar y volver a vincular, sin unificar -lo que el término unidad no consiente. Pensemos en un ejemplo: podemos hacer una distinción entre individuo y sociedad, sin separarlos –En realidad los hemos separado porque por un lado tenemos a la sociología, que se encarga del estudio de la sociedad y, por otro, a la psicología, que estudia al individuo, pero entre estas ciencias no hay ninguna religación, excepto por la psico-sociología, pero esta es una ciencia nueva, apenas en proceso de construcción.


Entonces, uno puede distinguir al individuo de la sociedad, pero no lo puede separar de ella. Pero hacer esta religación entre ellos, no significa que individuo y sociedad sean una misma cosa, es decir no simboliza un intento de unificarlos. Eso es lo que el totalitarismo ha intentado hacer, pues el primero es absorbido por aquélla. Pero, podemos decir que la democracia es justamente este punto de distinguir y religar individuo y sociedad, sin unificarlos. En realidad el intento de unificar es una visión totalitaria, y no es esta la visión que nos interesa. El hecho de re-ligar implica, por su puesto, siempre un esfuerzo mayor, porque lo más fácil es separar.

2.2 FUENTES DE LA TRANSDISCIPLINARIEDAD


La posibilidad de una nueva relación, que a mí me resulta fascinante, entre la vida y el conocimiento (sujeto/objeto), surgió en el siglo XX en diversas disciplinas científicas y filosóficas, a partir de los hallazgos hechos en las mismas:


• En la física, con el descubrimiento de la realidad cuántica:


Este cambio de paradigma se da, en primer lugar, en la ciencia de la física, con el descubrimiento de la realidad cuántica, lo cual es bastante irónico, puesto que como ustedes saben, se supone que es la ciencia más objetiva, más experimental y la menos subjetiva.


Conforme la física ha profundizado en el estudio de la realidad en el nivel cuántico, ha tenido que cambiar su paradigma, pues se ha llegado al punto en que el resultado de los experimentos contradice los principios originales de la física clásica, como el de la separación del sujeto del objeto. Por ejemplo, en un nivel microfísico, se ha encontrado que si se observa una realidad, la pura observación –el observador-, cambia la realidad de las partículas. Es decir, que el sujeto produce cambios en la realidad, lo cual ha puesto en jaque la visión clásica que esta ciencia mantuvo por años. (Nicolescu, 1996).


• En la biología, con el descubrimiento de la auto-organización de los sistemas vivientes y,


• En las ciencias cognitivas, con la incorporación de la reflexión y la auto-concienciación;
El cambio de paradigma podemos verlo también en la biología. Los biólogos en la actualidad, de hecho definen a la vida mediante la autoconciencia y la auto-organización. Existe un biólogo chileno muy famoso, que se ha relacionado con las ciencias cognitivas, su nombre es Francisco Varela, quien mostró estas cuestiones en un libro que se llama “Autonomía y conocimiento”. En él, demostró que al principio de la vida, los organismos unicelulares, computaban, en tanto que están vivos y puesto que su vida dependía de la interacción con el medio. (Varela, 2000). Él consideraba que en los límites del propio ser unicelular, éste debe siempre elegir si permite que algo del entorno entre, para su supervivencia y esto implica también el hecho de que deberá rechazar otras cosas para evitar daños o la muerte (la permeabilidad selectiva: –todas las células tienen esa propiedad, dejan entrar lo que necesitan para seguir viviendo, los nutrientes, y lo que no, lo rechazan). Esta propiedad implica, para Varela, la existencia de un ‘yo’ –self-.


Pero el cambio de paradigma se está dando no sólo en la ciencia, sino también
• en la filosofía con:


– la fenomenología, que hace de la interacción del sujeto y del objeto una relación vital;
En la fenomenología, lo central, la relación vital, es la interacción del sujeto y el objeto. Estamos acostumbrados a ver al sujeto como algo que no cambia, y al objeto como algo permanente también, la pregunta entonces es ¿cómo vamos a comunicar al sujeto con el objeto? Por supuesto que esto es una cuestión cultural y es la forma en que lo vemos, pero de hecho, cuando uno observa, lo que la fenomenología llama el fenómeno, no es el objeto, ni el sujeto, sino la interacción que se da entre ellos. Por lo tanto, es esta la interacción la que hace que el sujeto y el objeto emerjan, constantemente.

Voy a dar un ejemplo. Pensemos que alguno de ustedes va caminando por la noche hacia la universidad para estudiar y que están caminando por las calles de siempre, van pensando en lo que van a hacer mañana o en lo que hicieron ayer, pero repentinamente se dan cuenta de que olvidaron las llaves de su casa o las tareas de la escuela y en ese justo momento en que se conscientizan de esta situación, el fenómeno cambia al sujeto –ustedes- y cambia al objeto, -en este caso la realidad de ir caminando en las calles. Es completamente diferente.


Usemos otro ejemplo: pensemos que han salido ya de la universidad y están en el cine, conversando con un amigo, ¿siguen ustedes siendo los mismos? No. Porque el objeto –su amigo- su interacción con él, hace que emerja un nuevo yo, un nuevo ustedes o una nueva parte de lo que ustedes son. Pensemos ahora que empieza la película –y que es una muy buena película- ¿dónde están ustedes? Ya no están pensando ni en la escuela y quizá tampoco en el amigo, están ahora ocupados con el filme. No estamos hablando ya del mismo sujeto. Nuevamente el fenómeno ha cambiado al sujeto –ustedes- y al objeto. Ahora imaginemos que después de una hora, la película se vuelve aburrida y súbitamente empiezan a sentir que les molestan las llaves que llevan en el bolsillo del pantalón, empiezan concientizarse de su cuerpo y una vez más, se da el cambio.


Lo que la fenomenología nos ha mostrado es que no hay una conciencia en nuestra mente que será estable, que elegirá estar en relación o no, sino que siempre somos una conciencia de algo, en relación con algo. Y es a eso que me refiero cuando digo que la interacción entre el sujeto y el objeto es una interacción vital.


– La Hermenéutica, que estudia el proceso de comprensión entre seres humanos, a partir de la experiencia de la cultura, de la relatividad del punto de vista de cada uno, pero también con la posibilidad de acceder a la universalidad, a través de la concientización de la particularidad de cada uno.


El cambio de paradigma, también dentro de la filosofía, podemos apreciarlo en la corriente denominada Hermenéutica –que significa interpretación- esta corriente ha mostrado algo ahora ya muy conocido: el hecho de que cada persona, cuando desea entender a otro ser humano, lo hace a partir de su propia experiencia y esta experiencia esta conformada y enmarcada por su propia cultura y sociedad. (Gadamer, 1988; Ortega y Gasset 1983). Por ejemplo, si veo a alguien llorando y soy una persona completamente ajena a esa cultura, buscaré entender el hecho de llorar desde mi propia experiencia y proyectaré, en esa persona, el significado de lo que el acto de llorar tiene para mí.


2.3 SIETE PRINCIPIOS METODOLÓGICOS PARA LA COMPLEJIDAD


Quiero resaltar algunas ideas particulares acerca de la forma en que podemos pensar esta complejidad y utilizarla en la educación y, esta es la última parte de la que vamos a hablar.
En primer lugar recordaré siete puntos importantes de lo que Edgar Morin ha denominado la teoría de la complejidad, luego hablaré de cómo utilizarlos. (Morin, Ciurana, y Motta. 2002).


1. Principio sistémico organizacional: El primer principio habla del hecho de que la realidad es sistémica. Una cultura, una persona, son un sistema y un sistema dinámico, con diferentes procesos. No existen sistemas cerrados en la realidad, todos están abiertos a otros sistemas. Por ejemplo, el sistema de la persona está abierto al sistema cultural y el sistema cultural, a su vez, a sistemas más globales. Entonces, recuerden el primer punto, cuando estén viendo algo, traten de comprender qué tipo de sistemas están observando ustedes y cuál es su medio, su ambiente.


2. Principio hologramático (todo/partes): El segundo, es el principio hologramático, que significa que uno puede ver cada parte de una totalidad y que la totalidad está en la parte. Retomando el ejemplo de la persona, podemos decir, que toda la cultura está en la persona. Pero uno no puede entender la totalidad sin comprender la parte y tampoco se puede comprender la parte sin comprender la totalidad. Así, no se puede comprender a la persona fuera de su contexto cultural. Este es el principio hologramático, que va siempre en círculo.


3. Principio de retroactividad (no-linealidad): Otro principio es el de retroactividad. Es el hecho de una causalidad no lineal, sino que hay una posibilidad de regresar, de retrotraerse.
4. Principio de recursividad (auto-organización): La recursividad significa que un sistema vivo es capaz de cambiarse a sí mismo para adaptarse al medio y esto se llama autoorganización.
5. Principio de autonomía/dependencia: El quinto principio lo llamo Edgar Morin autonomía y dependencia, es decir, que no podemos tener uno sin el otro. La autonomía no significa independencia.


Por ejemplo, un bebé es muy dependiente porque depende de su madre y su familia, pero conforme crece y va a la escuela, tiene amigos y depende de ellos –para su autoestima, para divertirse, etcétera- entonces está agregando una dependencia nueva. Lo mismo sucede cuando se convierte en adulto... Mientras más dependiente se es de un gran número de cuestiones, también se es más autónomo porque existe una diversidad de cosas de las que uno puede elegir. En eso reside la autonomía.


6. Principio dialógico (complementariedad antagónica): El sexto principio es el dialógico, es justo el una complementariedad en cuestiones que parecen antagónicas.


7. Principio de re-introducción del sujeto cognoscente en todo proceso de conocimiento: Y el último principio es la reintroducción, la resignificación del sujeto cognoscente en todo proceso de conocimiento.


3. QUÉ CAMINO PARA LA EDUCACIÓN TRANSDISCIPLINARIA
Como ven, son muchas las cosas que hay que considerar, pero estamos apenas en el inicio de realmente teorizar y es algo que tenemos que ver con bastante apertura. Estamos en los inicios de esta postura (transdisciplinaria), hay bastante camino por recorrer. Por ello nos preguntamos ¿qué camino trazar para tener una educación (transdisciplinaria) que nos permita retomar todas las cuestiones de que hemos hablado hoy? Y no se trata solamente de un problema epistemológico, es decir de conocimiento, es un problema de supervivencia –por eso la UNESCO desarrolló un programa de Transdisciplinariedad, porque la mayoría de los problemas que tenemos que enfrentar en nuestro mundo, como la contaminación, el calentamiento global del planeta, la pobreza, las desigualdades entre países ricos y pobres, no pueden resolverse con una perspectiva disciplinaria, así que necesitamos un nuevo tipo de educación.


Considero que hay cuatro propuestas para enmarcar una nueva educación:


3.1 SOLICITAR UNA REFLEXIÓN SOBRE LA EXPERIENCIA Y UNA PRODUCCIÓN PERSONAL DE SABER: Para empezar, yo solicitaría una reflexión sobre la experiencia. Estamos acostumbrados a la transmisión. Pero la transmisión va de la disciplina a la vida, y no al revés, no obstante, si empezamos de la vida, del problema real a la disciplina, estaríamos en una perspectiva transdisciplinaria desde el origen y la reflexión y la producción del conocimiento utilizarían a las diferentes disciplinas según lo necesite la problemática –a estudiarse, comprenderse…(Pineau, 2005)


3.2 ACOMPAÑAR EL DIÁLOGO INTERSUBJETIVO, INTERCULTURAL E INTERDISCIPLINARIO DE ESAS PRODUCCIONES: La segunda propuesta sería siempre pensar desde este círculo de reflexión, el traer en un diálogo diferentes perspectivas entre sujetos, pero también entre culturas y entre disciplinas y entre generaciones y tener un círculo de diálogo.


3.3 ORGANIZAR Y RE-LIGAR LAS ENSEÑANZAS DISCIPLINARIAS DESDE PROBLEMÁTICAS GLOBALES:
La tercer proposición podría ser, más para los maestros, los alumnos, la escuela; conforme pensamos en los programas de estudio, talvez podríamos pensar en organizar los programas escolares alrededor de problemáticas eje, problemáticas globales, por ejemplo el problema del agua, que puede trabajarse desde la perspectiva de la pintura, desde la física, desde la química, o el problema del hambre, las desigualdades, de la pobreza…


3.4 INTRODUCIR DENTRO DE LOS PROGRAMAS ESCOLARES, EL CONOCIMIENTO DEL CONOCIMIENTO: Y la última propuesta, es una propuesta de Edgar Morin, es introducir en los programas educativos, la enseñanza de lo que significa el conocimiento, para qué sirve, cuáles son sus límites, cuáles son sus riesgos, sus vicios –riesgos como la ilusión y los prejuicios. Sobre esto pueden decirnos mucho los sociólogos pero también los estudiosos de la lógica- y también sobre la epistemología y sobre el proceso de concienciación. Quizá podríamos tener un algún tipo de taller: Ya les hablé de la fenomenología. No se trata meramente de teoría, de una cuestión meramente intelectual, sino de una práctica. Por ejemplo, cuando están dialogando y encuentran alguien que es antagónico a ustedes, podría ser muy importante que se les enseñarse a los estudiantes, a comprender la forma en que ellos se sienten y cómo reaccionan ante este antagonismo, pero también cómo pueden cambiar, superar esto, para convertirlo en un verdadero diálogo, en un diálogo real. (Bhom, 1996)


SESIÓN DE PREGUNTAS Y COMENTARIOS


Interlocutor: ¿Usted cree que la forma en que vemos las cosas y en la que las aprendemos es la forma en la que nos han enseñado?


P. G.: Sí, en parte. Lo que nos ha sido enseñado, especialmente cuando es un conocimiento de carácter muy importante, un paradigma, lo que la cultura cree, influye, sí, en la manera en que vemos las cosas. En su pregunta usted dice que lo que nos ha sido enseñado por nuestros ancianos, por nuestras generaciones antiguas, determina la forma en que aprendemos, pero no debe olvidar que también está la parte de lo se nos ha enseñado de modo inconsciente, porque es la conducta de nuestra cultura, y también debemos pensar en la importancia de los condicionamientos biológicos.
Interlocutor: Escuche que usted es parte de un grupo de investigación sobre transdisciplinariedad. En nuestro país yo nunca había escuchado el término. Quiero saber si usted tiene conocimiento si en México existe algún grupo que se dedique a investigar esto y si puede decirnos cómo puede usted aportar los elementos que se tienen en su país natal para que podamos, quienes estamos interesados, iniciarnos en el estudio de ese tema.


P. G.: Muchas gracias por su pregunta. Apenas estoy descubriendo su cultura y es seguro que hay muchas cosas que desconozco, pero sé que hay una universidad, ‘Universidad del mundo real’, de Edgar Morin, que trabaja con la perspectiva de la complejidad y me han hablado de la Universidad Autónoma Xochimilco, que trabaja con un modelo interdisciplinario, denominado modular, y finalmente la Universidad ARKOS: primero por su gaceta, cuyo título (Visión Docente Con-Ciencia) y los artículos de Ana cecilia Espinosa Martínez son muy interesantes para la transdisciplinariedad; y segundo porque esta institución ha tenido la gentileza de invitarme y estamos trabajando en un proyecto de investigación acción para experimentar esta práctica transdisciplinaria. Pero es una palabra muy nueva. Incluso en Francia o Canadá, mucha gente les indicaría que nunca han oído de ella, así que yo diría que México, parece ser, más bien avanzado, en comparación con otros lugares. No obstante, seguramente que Brasil es el país más activo. Allá, están generando considerable experiencia. Hay mucha gente trabajando en una red en diferentes áreas con en esta perspectiva transdisciplinaria. Tienen un programa internacional en las escuelas primarias que trabaja con este carácter. Por ejemplo, lo que yo les había dicho sobre el problema del agua; lo han convertido en un programa de carácter nacional; todas las escuelas primarias trabajan con este programa. Es muy importante.


Esta visión, de hecho, ha empezado a ‘prender’ también en Sudáfrica y en Chile y hay personas que desean construir un doctorado en transdisciplinariedad. En realidad, apenas estamos empezando.
Como les dijo el ingeniero Espinosa –rector de la Universidad Arkos- formo parte de diferentes grupos de investigación. Y, antes de venir para acá, envié correos para contar a la gente sobre lo que está pasando en Arkos, y quiero decirles que he recibido mucha correspondencia.


Basarab Nicolescu, en Francia –que es un teórico en Física Cuántica y fundador, junto con Edgar Morin y Francisco Varela, del primer Centro de Investigación Transdisciplinaria- respondió, de modo inmediato a mi correo, diciendo: ‘Comunícame lo que suceda en México, lo que están haciendo porque es muy importante para nosotros saberlo’. Esto significa que lo que podamos experimentar aquí en Arkos, aun cuando sea algo sencillo, si podemos vivirlo y analizarlo, todo: las dificultades y las oportunidades que surjan en el camino, es trascendente. Hay muchas personas interesadas en esto. Porque la mayoría de esas personas de que les hablo, están muy especializadas en sus disciplinas y desean llevar a cabo la transdisciplinariedad pero no saben cómo. Así que esto es muy significativo. Por ello me siento muy honrado de ser invitado por esta universidad.

BIBLIOGRAFÍA
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-Delors Jacques 1996 la educación encierra un tesoro, Informe a la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI, UNESCO http://www.unesco.org/delors/delors_s.pdf
-Gadamer H. G. 1988, Verdad y método. Fundamentos de una hermenéutica filosófica, Sígueme, Salamanca.
-Galvani, P. (2005). L'autoformation, une perspective transpersonnelle, transdisciplinaire et transculturelle. In P. Paul (Ed.), Transdisciplinarité et formation (pp. 143-162). Paris: L'Harmattan.
-Maturana H. y Varela F. 1985, El Árbol del Conocimiento: Las bases biológicas del entendimiento humano». Editorial Universitaria, Santiago.
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-Morin Edgar, 2000- La mente bien ordenada Seix Barral. Barcelona.
-Morin Edgar, 2000, Los siete saberes necesarios a la educación del futuro. IELSAC/UNESCO. Caracas,.
-Morin, Edgar, 2003. Los siete saberes necesarios para la educación del futuro, UNESCO, París, 67 p.
-Morin, Edgar, Emilio Roger Ciurana, and Raúl Domingo Motta. 2002. Educar en la era planetaria. El pensamiento complejo como método de aprendizaje en el error y la incertidumbre humana. Valladolid: UNESCO & Universidad de Valladolid.
-Nicolescu B. 1997, Projeto CIRET-UNESCO Evolução transdisciplinar da Universidade, Congreso de Locarno que universidade para o amanhã? Em busca de uma evolução transdisciplinar da universidade.http://nicol.club.fr/ciret/locarno/locapor4.htm
-Nicolescu, B. (1996). La transdisciplinarité. Monaco: Éditions du Rocher.
-Ortega y Gasset, José 1983, Goethe,. Dilthey , Editor: Madrid : Alianza, D.L. 214 p
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